El personal del sector salud que se encuentra luchando en primera línea contra el Covid-19 en esta ciudad, no ha sido exento a actos de discriminación como se ha visto en todo el país e incluso en varias partes del mundo. Este medio de comunicación se dio a la tarea de darle voz a estos héroes que no han sido valorados por la sociedad.
Te voy a aventar agua caliente como a los perros.
Este testimonio es de un enfermero que se encuentra en un hospital público de esta ciudad, él atiende valientemente, desde el inicio de la contingencia, a personas contagiadas de Covid-19. Días después del inicio de la contingencia, caminaba hacía su casa con su cubrebocas y sus audífonos puestos como todos los días entre una de las calles de una popular colonia.
En ese lugar había niños jugando y varias mujeres en la calle, una de ellas comenzó a hacerle señas con las manos por lo que él se quitó los auriculares, ella le reclamó que por culpa de ellos (personal de salud) la gente estaba infectando y muriendo y le advirtió que esa sería la última vez que pasaría por esa calle, el enfermero cuestionó la razón de la mujer quien le recalcó que ellos estaban enfermando a las personas «especialmente tú, que diario pasas por aquí, ¿qué no sabes que hay niños aquí afuera?», remató la mujer, quien no entendía motivos a pesar de que se le explicaba que él tenía todos los cuidados posibles para evitar contagios y que ellos deben estar en sus casas o por lo menos traer cubrebocas. La eufórica mujer amenazó al joven: «a mi me vale madre lo que traigas, para la próxima vez que pases por aquí te vamos a chingar». Mientras la mujer lanzaba la advertencia otra vecina llegó al lugar con una olla de la cual salía vapor quien le dijo con gritos: «Si no te largas ahorita a la chingada te voy a aventar agua caliente, como a los perros». Con coraje e impotencia el empleado del hospital solo se regresó y tomó una nueva ruta.
Pasó una semana para que el trabajador sanitario regresara a su ruta habitual sin correr peligro, pues una persona allegada a los vecinos tuvo que intervenir para que dejaran de molestarlo.
La gente solo toma las medidas sanitarias cuando hay empleados del hospital cerca.
El enfermero recuerda que frecuentemente acudía a a comer a un negocio de comida, el trato siempre fue bueno hacía él hasta que las empleadas se dieron cuenta que él trabajaba en un hospital.
«¿Usted es enfermero, verdad joven?» preguntó una de las empleadas y desde ese día los trabajadores del lugar realizan las medidas sanitarias pero solamente con él, con el resto de clientes las relajan, como el virus solo lo contagiarán quienes trabajan en el sector salud.
«Si no te quitas tu uniforme no te va a subir ningún camión».
Una enfermera salió tarde del hospital y esperaba el camión para regresar a su casa, cuando vio que venía el urbano que esperaba levantó la mano para detenerlo pero no fue así, está acción se repitió varias veces hasta que por fin uno de ellos se detuvo. El chófer le advirtió que no se iba a poder subir a ningún camión mientras trajera su uniforme, pues la gente se iba a bajar por temor a que las contagiara.
Discriminación también dentro del hospital.
Los fines de semana personal de área Covid tiene derecho a comer en el comedor del hospital pero el resto de sus compañeros no se acercan a ellos por miedo a contagiarse o cuando acuden a pedir material es de todos los días escuchar la frase: «Hazte para allá que estás en área Covid y luego me contagias» situaciones que hasta el día de hoy continúan, a pesar de que entre ellos debería de haber más empatía pues pertenecen al mismo gremio.