Rosamaría Sánchez Rincón
*Para mi mamá wolf favorita, que la gente traicionera no te haga perder tu esencia
Morelia, Michoacán, a 12 de agosto de 2020.- La pandemia ha vuelto loca a mi Lupe quien, cansada de la pobreza que le ofrece la programación televisiva, decidió unirse a la plaga de los Netflixlovers y sus series tan locas como ella. Ahora se siente profundamente compenetrada con varios de los personajes de la Casa de las Flores, en los que encuentra la respuesta a todas sus dudas existenciales-políticas-electorales y hasta de amor.
“No mi ciela”, grita y deforma nuestro maravilloso lenguaje, casi tanto como algunos jefes de prensa -como el de la comuna, por cierto, que en uno de sus tantos boletines confundió “gravidez” con “ingravidez“, cuando hablaba de atención a mujeres embarazadas, lo juro, es neta-, y yo, con esas ignorancias, sufro como la Precius, también es neta.
Mi maravillosa emperatriz de la limpieza reflexiona a niveles profundísimos cuando sacude el trastero verde oscuro de hierro forjado. Escuché su rezo casi de milagro: “Mué-ve-lo mué-ve-lo my Ru-lis, ven-a-bai-lar, ven-a-go-zar”, cantaba y mecía las caderas al ritmo del plumero.
Cuando le pregunté qué cantaba, la explicación no se hizo esperar. “Es que perdí al Rulis my baby, ya no es my Rulis, ora ya es el clon de la Paulina de la Mora” (uno de los personajes centrales de la Casa de las Flores), me dijo visiblemente enojada.
Con miedo -lo acepto-, pregunté el por qué de su afirmación y cual relámpago en plena tormenta “Élida”, mi Lupe compartió cómo el jefe de jefes en Morelia se ha convertido para ella, en una Paulina de la Mora cualquiera: bocachiquita que se hace del rogar; una mustia que dice que “ay yo no”, pero que se engolosina a lo wey cantando el “Mué-ve-lo mué-ve-lo” del amo y señor del reggaetón panameño bautizado como “El General”.
“Mué-ve-lo mué-ve-lo”, le canta mi Lupe con el típico tonito de Paulina de la Mora al Rulis Morón, autor de la dramática obra teatral “Érase una vez un alcalde al que le valía madre la pandemia” (o lo que es lo mismo, no mi Rulis, así tampoco).
Aunque agradezco profundamente las sandeces e incongruencias de algunos que dan pie a columnas como ésta, la que seguramente el edil morenito mandará a la ñonga (o la quemará como cuando en sus tiempos de líder magisterial le aventaron el cerillazo a la puerta de Palacio de Gobierno), no deja de preocuparme el contexto que vive Morelia y que la tiene a un paso de rebasar al municipio de Lázaro Cárdenas y convertirse en el peor escenario michoacano del Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS-CoV-2).
Al día de hoy, 12 de agosto, la estadística confirmaba a la capital michoacana como el segundo municipio más afectado después del puerto con 1,788 casos acumulados; 728 sospechosos y 123 defunciones.
Las tasas de contagio y mortalidad de Morelia, son las más altas que se han registrado en todos los municipios michoacanos con casos confirmados. Lázaro Cárdenas, el de mayor afectaciones de todos, lleva 2 mil 969 casos y 153 decesos, sólo 30 muertes más que la capital michoacana. Grave y preocupante.
Cierto, en un tema tan complejamente grave como el de la pandemia y el cuidado de la salud, la responsabilidad no es exclusivamente de las autoridades, pero emular al presidente Lopito en su forma de enfrentar al COVID, no le va a resultar positivo al edil.
Realmente no entiendo cómo un capricho personal de llevar la contraria a quien sueña suceder en el cargo, puede ser más importante que evitar que la cifra “123” se siga incrementado como lo está haciendo ahora.
Tampoco entiendo cómo Rulis the sunshine moreno, puede dormir tranquilamente y despertar, como hoy, obligando a la gente de Villas del Pedregal, uno de los asentamientos con máximo -sí, má-xi-mo riesgo de contagio-, a asistir a su segundo microinforme anual de labores. Como si realmente tuviera algo qué decir.
El lunes, por cierto, inicio su precampaña disfrazada en la tenencia de Chiquimitío, donde fue evidente la falta de medidas sanitarias suficientes; donde no importo, como hoy, poner en riesgo a la población que asiste a estos eventos con tal de ganar un cachito de presupuesto convertido en despensas u otros beneficios.
Don Rulis viene predicando con el ejemplo cómo una pandemia que tiene en jaque al mundo entero, le puede valer madre a una persona. A los trabajadores operativos, los tiene sin equipos mínimos de protección y en varias oficinas municipales, como Tesorería y Reglamentos, los brotes del bicho chino están haciendo su agosto; a pesar del riesgo, obliga a las mujeres con hijos infantes y adolescentes, a cubrir sus jornadas de trabajo normales y se opone firmemente a cualquier operativo de restricción de horarios en burdeles y demás giros rojos, pa que los amigos no se le enojen y no le retiren ni el apoyo ni el voto.
Ni siquiera el posible contagio de su secretario de la comuna, Humberto Arroniz Reyes, ha motivado a don Rulis a suspender las reuniones “de estrategia” que realizada cada tarde en el Polifórum Digital donde planea con todos sus amiguis cómo gobernar al mundo, perdón, cómo llegar a la silla de Ocampo.
Quizá mi próxima entrega la tenga que enviar desde alguno de los juzgados o de la barandilla municipales, por aquello de que cuando Moroncito se enoja le da la loquera de demandar a medio mundo; ahí tiene usted al Ponchito Martínez Alcázar que nomás empezó con su precampaña -también-, donde critica fuerte al actual edil, ya fue advertido que le demandarán por la vía penal por más de 180 de las obras que ejecutó cuando era alcalde moreliano por “irregularidades” (mi ciela, cómo disfruto estos pleitos pend…).
LO ÚLTIMO
Y el chiste del IMSS en Uruapan, donde entregó equivocadamente los cuerpos de dos personas que fallecieron, nomás quedó en eso, en un chiste negro, como siempre sucede con cualquier institución que huela a la 4T. De pena ajena.
LO ULTIMÍSIMO
Y usted, amable lector, ¿qué tal duerme cuando decide no usar el cubrebocas y le vale madris la salud propia, la de su familia y la ajena?